miércoles, 29 de diciembre de 2010

*


Lloro,pero es por la luz centelleante,su brillo no está hecho para mí, sigue siendo tan inalcanzable como lo fue siempre,pero ya ni siquiera espero que cese,perdí la esperanza hace tanto,que ya no recuerdo que forma tiene.

Yo ya no pido un próximo año feliz,para mí el 1 de enero será un 32 de diciembre.Ya solo anhelo quitarme este peso del corazón,pero no me refiero a los cargos de conciencia,ya no hablo de esas cosas.

Yo digo sentirme tranquila conmigo misma,saber que allá donde estén nadie piensa en mi,y yo simplemente pido pasar el tiempo…como solía hacerlo antes,perdida sonriente y solitariamente en mis pensamientos.

Ahora ya nadie me pregunta porque sonrío,pero eso es porque simplemente perdí… la costumbre.

2 comentarios:

  1. Es bueno saber que los dramas de las personas desaparecen con el tiempo y la voluntad de fuego para seguir viviendo.

    Aunque eso sea abrumador en trayecto.

    ResponderEliminar