sábado, 6 de febrero de 2010

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Era un invierno largo y duro.De entre la niebla un gato negro vislumbró una sombra.
El grito ahogado de una anciana anunciaba la llegada.
A esas horas nunca nadie hubiera dicho que había un alma por aquellas calles.
En los pasillos del solitario castillo suena el eco de unos pasos.
El baile de mascaras toca su fin.
Mientras tanto,en las afueras, un vagabundo se escondía entre la oscuridad,esperando que la muerte no hubiera escuchado su respiración.
El poeta del verso perfecto.
Era una mañana sombria y oscura, entre la maleza se podía ver un cadáver.El cuerpo del triste poeta yacía en el suelo.A su lado mil páginas de poesía borradas.

“En cualquier esquina un loco puede perder sus pocos papeles.
En cualquier esquina un naufrago puede ahogarse en simples y vanales recuerdos.”

3 comentarios:

  1. Como yo me ahogo en mis pensamientos. Inconclusos.
    Saludos y un abrazo.

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  2. olaa
    un texto hermosisimo,me encantoooo
    bss

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  3. Un momento de oscuridad ahoga a cualquiera si uno no se sabe atajar.
    Yo tengo los mios,se de lo que hablo.
    Saludos.

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